El 14 de febrero de 1978, la ciudad se incorpora al fútbol profesional con la fundación de Norte Arica y la aceptación de la Asociación Central de Fútbol de Chile para participar en el Campeonato de Segunda División.
La dirigencia ariqueña contrató a Don Jorge Luco, proveniente de las divisiones inferiores de Universidad Católica, para hacerse cargo del primer equipo, quien sería acompañado de Don Manuel "colo-colo" Muñoz como ayudante técnico y encargado del fútbol joven. La primera tarea del cuerpo técnico era armar un plantel con una base de jugadores de casa, y seducir a jugadores del resto del país para que formaran parte de este nuevo proyecto.
Es así como en un campeonato amateur, disputado en el vecino puerto, Don Manuel Muñoz se interesó por 4 jugadores del club Lautaro Buin para traerlos como refuerzos. De esos 4 sólo el portero Luis Díaz y el volante Orlando "Suzuki" Aravena concretaron su incorporación al plantel, dejando ambos huella en el club, puesto que fueron parte del primer plantel profesional de Arica.
La experiencia de los buinenses Díaz y Aravena en el fútbol se relacionaban netamente al club Lautaro de Buin, el cual participaba en el Campeonato Regional de la Zona Central, con equipos como Thomas Bata de Peñaflor, General Velásquez de San Vicente de Tagua Tagua, Carozzi FC de Santiago, Deportes Maipo, y Soinca Bata de Melipilla entre otros. Además constantemente se encontraban disputando torneos y copas en el ámbito amateur. Si bien no contaban con experiencia en el fútbol profesional, al igual que los ariqueños, tenían una destacada participación en el fútbol amateur que los respaldó para ser considerados por el técnico Luco.
Producto de su habilidad y estatura, Orlando Aravena se ganó de parte de la hinchada el apodo de "Suzuki", en relación a un auto de la época muy común en las calles de Arica. Su estadía defendiendo a la celeste duró sólo una temporada (78'), pero dejó muy buenas impresiones.
Por su parte el guardameta Luis Díaz estuvo ligado al club hasta inicios del 80', siendo parte del plantel que clasificó y disputó la Liguilla de Promoción temporada 1979. Tuvo partidos destacados, como el primer partido profesional, aunque amistoso, entre Arica e Iquique disputado en el Estadio Cavancha. El duelo terminó igualado sin goles, siendo Díaz la principal figura de la celeste -que ese día vistió de tricolor-. En su estadía compartió el pórtico ariqueño con Luis Duarte, Carlos "pichi" Rodríguez y Jorge Felipe Luna (QEPD).
Es así como Lautaro de Buin, a través de Luis Díaz y Orlando "Suzuki" Aravena, aportó con un granito de arena en los orígenes de la historia de nuestra celeste ariqueña.
Es así como en un campeonato amateur, disputado en el vecino puerto, Don Manuel Muñoz se interesó por 4 jugadores del club Lautaro Buin para traerlos como refuerzos. De esos 4 sólo el portero Luis Díaz y el volante Orlando "Suzuki" Aravena concretaron su incorporación al plantel, dejando ambos huella en el club, puesto que fueron parte del primer plantel profesional de Arica.
La experiencia de los buinenses Díaz y Aravena en el fútbol se relacionaban netamente al club Lautaro de Buin, el cual participaba en el Campeonato Regional de la Zona Central, con equipos como Thomas Bata de Peñaflor, General Velásquez de San Vicente de Tagua Tagua, Carozzi FC de Santiago, Deportes Maipo, y Soinca Bata de Melipilla entre otros. Además constantemente se encontraban disputando torneos y copas en el ámbito amateur. Si bien no contaban con experiencia en el fútbol profesional, al igual que los ariqueños, tenían una destacada participación en el fútbol amateur que los respaldó para ser considerados por el técnico Luco.
Producto de su habilidad y estatura, Orlando Aravena se ganó de parte de la hinchada el apodo de "Suzuki", en relación a un auto de la época muy común en las calles de Arica. Su estadía defendiendo a la celeste duró sólo una temporada (78'), pero dejó muy buenas impresiones.
Es así como Lautaro de Buin, a través de Luis Díaz y Orlando "Suzuki" Aravena, aportó con un granito de arena en los orígenes de la historia de nuestra celeste ariqueña.
